Dejando a un lado el caso concreto de las puertas traseras en algoritmos criptográficos, una
backdoor permite el acceso a un determinado equipo utilizando métodos no convencionales y sin la autorización correspondiendo del usuario. Explicado de forma sencilla, se basa en una típica arquitectura cliente/servidor en la que el cliente realiza peticiones concretas (e.g., envio de determinados datos confidenciales) y el servidores responde a dicha petición. Actualmente existen dos grupos principales de
backdoors:
1. System
backdoors:
2. Application
backdoors:
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