Desde el fin de la burbuja inmobiliaria, las ofertas de los bancos han sido un baile de números. Si este verano las entidades andaban en una guerra por ver quién ofrecía la mejor hipoteca de
subrogación, en Navidad la pugna se situaba en los depósitos, y ahora el objeto de deseo parecen ser las cuentas remuneradas. ¿A qué se deben tantos cambios? Y ¿qué podemos esperar?
Empecemos por el principio, cuando en este país todos creían que comprar una casa era la mejor inversión, y quien más quien menos tenía su hipoteca y podía pagarla. En ese momento, los bancos y cajas concedían hipotecas porque sabían que era la mejor forma de captar clientes a largo plazo. Como requisito, pedían domiciliación de nómina y quizá también la de recibos, y con eso era suficiente para captar a un montón de clientes que lo serían de por vida.
-Pero ahora nos llegan directos del INE los últimos datos de 2010, acusando un importante descenso en la contratación de hipotecas…
CAUSAS: Aumento del desempleo y menos facilidades de concesión por parte de los bancos, por un lado porque aprendieron la lección de las hipotecas ‘subprime’ y, por otro, porque tienen problemas de...
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