Cuatro compras con la tarjeta bastan para identificar a cualquier persona
Cuatro gestos tan triviales como pagar el billete de metro, la comida del mediodía, las zapatillas en una tienda deportiva o las entradas al cine permiten identificar a casi cualquier persona. Aunque no se sepa el nombre o el número de cuenta, un estudio con datos de compra de 1,1 millones de personas revela la identidad en más del 90% de los casos. Es el poder de los metadatos y el big data.
Cuando estalló el caso Snowden, en Estados Unidos se produjo un gran escándalo con uno de los programas de espionaje de la NSA que recopilaba millones de llamadas telefónicas. Las autoridades estadounidenses aclararon enseguida que no espiaban el contenido de las conversaciones en sí sino metadatos como quién llamaba a quién, a qué hora o durante cuánto tiempo. Google o Facebook también los usan para mejorar sus servicios u ofrecer publicidad más personalizada. En principio, la agregación de este tipo de datos de forma anónima en grandes bases no plantearía una gran amenaza a la privacidad de las personas. Esa presunción se ha demostrado ahora falsa.
leer en
El País